Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el espíritu les concedía que se expresaran (Hechos 2, 4)
Este domingo celebramos Pentecostés. Después de la ascensión de Jesús la primera comunidad de los discípulos se va a Jerusalén y en una habitación, encerrados acompañandose y en oración, esperan algo que los saque de sus cuatro paredes. Y ese algo llega como fuego, inundando sus corazones y dandoles la capacidad de hablar en otras lenguas. Es el Espíritu Santo que los inunda y hace posible que salgan fuera a anunciar lo que ellos habían visto y oído de Dios en Jesús. De la total incomunicación pasan a poder comunicarse con todo el mundo y es el Espíritu quien les regala esa facultad.
Si en Babel todos hablaban en el mismo idioma pero nadie se entendía, en Pentecostés cada uno tiene su propio idioma pero todos se entienden. Algo similar ocurre en nuestras comunidades. Todos vivimos en el mismo campamento, "hablamos el mismo idioma" pero no somos capaces de comunicarnos. El individualismo, el miedo y los prejuicios nos mantienen alejados de nuestros vecinos. En la comunidad el Espíritu Santo revierte radicalmente esta situación: en Jesús y en el amor nos podemos entender, aunque a veces hablemos en distintos idiomas.
En este tiempo los invitamos a reflexionar con su comunidad sobre este fenómeno. ¿Cuando estamos como en Babel? ¿Cuando como en Pentecostés?
Pidamosle al Espíritu Santo que nos impulse a salir hacia afuera a comunicar a Jesús, no solo dentro de cada comunidad sino sobre todo hacia el campamento completo y el resto de la sociedad.
Les dejamos un documento que puede ayudar a reflexionar en este línea en sus reuniones, además de algunas oraciones "clásicas" al Espíritu Santo para terminar o comenzar los encuentros invocándolo.
- ¿Babel o Pentecostés?
¡Mucho ánimo!
Equipo CCB
Equipo CCB
