viernes, junio 12, 2009

Tu Evangelio es terrible

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Señor, he oído predicar tu Evangelio
a un sacerdote que vivía el Evangelio.

Los pequeños, los pobres,
quedaron entusiasmados;
los grandes, los ricos,
salieron escandalizados,
y yo pensé que bastaría predicar sólo un poco el Evangelio
para que los que frecuentan las iglesias se alejaran de ellas
y para que los que no las frecuentan las llenaran.

Yo pensé que era una mala señal para un cristiano
el ser apreciado por la “gente bien”.
Haría falta - creo yo -
que nos señalaran con el dedo tratándonos de locos y revolucionarios.
Haría falta - creo yo - que nos armasen líos,
que firmasen denuncias contra nosotros,
que intentaran quitarnos de en medio.

Esta tarde, Señor, tengo miedo,
tengo miedo porque sé que tu Evangelio es terrible:
es fácil oírlo predicar, es todavía fácil no escandalizarse de él,
pero vivirlo...
vivirlo es bien difícil.

Michel Quoist.

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